Los organizadores, con Pablo, el nuevo Alcalde, al frente, hicieron un encomiable esfuerzo para acondicionar el local y dotarlo de la ornamentación adecuada; seleccionar las viandas, exquisitamente preparadas y servidas por el Restaurante El Moderno de Oza dos Ríos, y concertar la animación, asumida por la inigualable orquesta París de Oza, proporcionado a todos los participantes una velada entrañable, en la que concurrió la despedida de Pepe como Alcalde y la de la Orquesta París de Oza, que renuncia a los escenarios de las verbenas al menos durante un año; y es que el incesante aumento de la demanda dificulta la conciliación de la actividad musical de sus componentes, todos ellos aficionados, con su vida laboral y familiar.
Muy profesional la conducción del acto solemne, a cargo de nuestro televisivo veterinario y criador de perros, Octavio Villazala. Emotivas las palabras que Belén Peón pronunció en nombre de la familia del homenajeado. Correctísima la intervención del representante de la Corporación, Benito García. Entrañable la actuación de los representantes populares, Marcelino Varela y Paco Viqueira. Enfervecedoras las palabras de Pablo González, que sustituye a Pepe en el cargo. Tampoco quiero olvidar el buen gesto del recientemente elegido Alcalde de Betanzos, nuestro buen amigo Moncho, que obsequió a Pepe con una placa conmemorativa en nombre y representación de la entidad local que preside.
Y qué decir de esos cientos de amigos que constituyeron el grueso de los participantes... simplemente que estuve encantado de ser uno más, disfrutando de ese saber estar y esa poderosísima unidad que caracteriza a los ozenses.
Lo más destacado, sin duda, el sincero y profundo afecto que multitud de personas de toda clase y condición le profesan a Pepe; y es que, como él mismo dice, si me fastidias, no esperes que te favorezca especialmente, pero nunca te desearé ni te haré mal alguno.
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