lunes, 20 de junio de 2011

BAILEMOS UN VALS CON COHEN, SABINA Y LOLA PRADERA



Quienes me conocen saben que no existe danza que aprecie tanto y tanto me conmueva como el vals, especialmente las elegantes piezas nacidas del genio compositor de Strauss (hijo). Este sentimiento, sin duda connatural a mi personalidad desde los albores de la adolescencia, ha propiciado que uno de mis anhelos vitales sea vivir y bailar un vals en Viena; pero no como turista, sino como invitado, con acceso a los más elegantes y reservados salones de la historia vienesa. Bailar un vals "como Dios manda," girando en sentido antihorario, el de la rotación y traslación de la tierra visto desde el hemisferio Norte, que es el mío. Tendré que aprender y practicar hasta dominar la técnica a la perfección; tendré que poner manos a la obra, porque tal vez esa oportunidad de realizar uno de mis sueños no tarde en materializarse más allá de un año.

Pensando en otros valses más actuales, al margen de mis queridísimas rancheras, he escogido los dos que luego reproduzco y que casualmente escuché estos días en la radio;,los cuento, sin duda, entre mis favoritos. El primero es una versión en inglés de un poema de Lorca (Pequeño vals vienés), musicada por Leonard Cohen, al que por cierto acaban de darle un merecido premio Príncipe de Asturias. Cohen me recuerda el sabor y el sonido que por "un duro" nos regalaba la máquina tocadiscos del Trafalgar y otros bares del Franco, allá por el año 1980, en compañía de Davide Pérez, Luis Miguel Bugallo y Javier Castro, todos  ellos hoy profesores, y ya entonces escritores y poetas.

El otro es "Jugar por Jugar", de Joaquín Sabina, en la versión que canta con María Dolores Pradera, producida por Rosa León. Sabina me sugiere recuerdos del Madrid a ráfagas de parte de mi infancia y mi juventud.  Preciados, Arenal, Sol, Callao,  Ópera...  especialmente  Santo Domingo; el restaurante los Remedios, El clavel, con olor a aceitunas aliñadas y berenjenas de Almagro; los cafés y pubs cutres de Malasaña... 
María Dolores Pradera es una constante en mi vida; su voz nació para mis oídos en el Simca 1000 de mi padre, allá por el año 1968, en Terras de Melide, y permanece, después de incontables automóviles, en el Mercedes 270 que ahora conduzco por la Mariña Coruñesa y Terras de Compostela.
Aunque no reproduzca la letra, nunca podría olvidar, por entrañable, el "Vals de las mariposas", de Danny Daniel y Donna Hightower, en la versión musical para saxofón, interpretada por un inolvidable mendigo con el eco sáxeo de la Iglesia de la Peregrina, en la plaza del mismo nombre, en Pontevedra. Pero de eso hace ya tanto tiempo...





TAKE THIS WALTZ (I'M YOUR MAN)
(LEONARD COHEN)
Now in Vienna there's ten pretty women
There's a shoulder where Death comes to cry
There's a lobby with nine hundred windows
There's a tree where the doves go to die
There's a piece that was torn from the morning
And it hangs in the Gallery of Frost
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz with the clamp on its jaws
Oh I want you, I want you, I want you
On a chair with a dead magazine
In the cave at the tip of the lily
In some hallways where love's never been
On a bed where the moon has been sweating
In a cry filled with footsteps and sand
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take its broken waist in your hand

This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With its very own breath of brandy and Death
Dragging its tail in the sea

There's a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There's a bar where the boys have stopped talking
They've been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take this waltz it's been dying for years

There's an attic where children are playing
Where I've got to lie down with you soon
In a dream of Hungarian lanterns
In the mist of some sweet afternoon
And I'll see what you've chained to your sorrow
All your sheep and your lilies of snow
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
With its "I'll never forget you, you know!"

This waltz, this waltz, this waltz, this waltz ...

And I'll dance with you in Vienna
I'll be wearing a river's disguise
The hyacinth wild on my shoulder,
My mouth on the dew of your thighs
And I'll bury my soul in a scrapbook,
With the photographs there, and the moss
And I'll yield to the flood of your beauty
My cheap violin and my cross
And you'll carry me down on your dancing
To the pools that you lift on your wrist
Oh my love, Oh my love
Take this waltz, take this waltz
It's yours now. It's all that there is


Federico García Lorca: Pequeño Vals Vienés

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del val


JUGAR POR JUGAR
Joaquín Sabina

Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos y no traga monedas...
...Propongo corromper al puritano, espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al Dios de los cristianos su corona de espinas...
...Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos llorando de alegría...
...La vida no es un block cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado porque no quiere el viento...
...Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta el hombre de tus sueños...
...La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado de besos de tornillo!...
...Y jugar por jugar sin tener que morir o matar,
y vivir al revés que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas con balas de juguete...
...Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas braguitas rojigualdas...
...Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios muriéndonos de risa...









lunes, 13 de junio de 2011

LITERATURA

Espero que muy pronto sea posible leer la historia completa en formato papel. Anticipo un fragmento, todavía sin corregir. Saludos a todos los amantes de la literatura.


       "(...)Ojalá hubiera permanecido callada y no hubiera hecho nunca aquel desafortunado comentario.
      "Intuía que me observaba a través de sus ojos oscuros, camuflados en la sombra tenue que había tejido la vieja lámpara, plateada en baño electrolítico. Agucé cuanto pude mi vista y mi oído durante un incalculable lapso que me olió a eternidad y a tierra húmeda carbonizada. No pude saber si aquel hombre exquisitamente amable e injustamente endurecido estaba llorando.
       "Pasado un tiempo indeterminado vislumbré su silueta contra la luz de la luna llena de mayo que tachonaba el cuadro acristalado de la ventana que él mismo había diseñado. Sentí sus pasos como el eco deformado de los pálpitos arrítmicos de mi angustia, hasta que cruzó la línea del tapiz umbrío y se detuvo, con esa apostura que conquistó la esencia de mis genes desde que lo conocí. Sonrió, con unos ojos acaramelados que ocultaban el agujero negro de su mirada, y se acercó lo suficiente para embriagarme con ese olor a bosque y a torrente que naturalmente emanaba, o tal vez fluía, del enorme pétalo que era su piel. "Querida Graciela, ya es tarde y debo acostarme; ¿quieres tomar la última copa? ".
       "Comprendí que había herido un resquicio todavía latente de sus recuerdos más íntimos, un lugar recóndito e inaccesible de su ser, una bomba sumergida en el profundo pozo de su corazón, un motor probablemente viejo y oxidado que de alguna forma le procuraba el poco aliento que por aquel entonces necesitaba, las escasas fuerzas que le quedaban para sonreírle a la vida construyendo sueños irrealizables o tal vez dibujando la esperanza de otra vida, que ya no llegaría..."