En Diciomed (Ediciones de la
Universidad de Salamanca), en el campo científico de la patología
general, hallamos la siguiente definición:
Lexema: cri(sis) gr. kri- κρίσις
'juicio', 'decisión', 'crisis' (sign. 1
'separar')
crisis[crisis] |
f. (Patol. general) Mutación considerable que acaece en una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el enfermo. |
[kri- κρίσις gr. 'juicio', 'decisión', 'crisis' (sign. 1 'separar') + -si(s)/-s(o)- gr. ] |
Leng. base: gr. Antigua. En gr. krísis κρίσις es 'juicio', 'decisión', pero desde Hipócrates, s. V a.C., tiene también el significado aquí recogido, valor con el que pasó a lat. crisis en s. V d.C. (existe un uso esporádico de Séneca en s. I d.C. en el sentido de 'juicio'), después a lat. mediev.; docum. en esp. en contexto médico en 1254, 1ª lengua moderna en que se documenta. |
Francisco Cortés comentó este término en
un artículo publicado en diciembre de 2008
Una palabra médica con
mucho éxito en otros ámbitos
Cerramos los
comentarios de la palabra de la semana de este año 2008, en que ha
empezado la peor crisis económica desde la gran depresión, con el
estudio de la propia palabra crisis que, sin duda, es uno de los
términos médicos que mayor éxito han tenido cuando traspasó los
límites de la medicina y se introdujo en el lenguaje de la
astronomía, política, historia, economía, física, etc. A pesar de
ello, nos vamos a centrar, como es propio de Dicciomed, en el estudio
de la historia médica del término.
En origen, en griego, krísis κρίσις no era
tampoco un término específicamente médico y significaba
sencillamente 'juicio', como sustantivo abstracto derivado del verbo
krínō κρίνω 'juzgar', 'decidir'; el valor original del verbo,
como vemos por el indoeuropeo y por comparación con otras lenguas de
la misma familia (p. ej. latín cernere 'separar', de donde español
discernir), era 'separar', 'distinguir'.
En Hipócrates,
que fue el primer médico que usó el término, es difícil entender
el significado si no se hace un estudio del conjunto de palabras de
la misma familia, es decir, el sustantivo abstracto krísis κρίσις,
el verbo krínō κρίνω 'juzgar', 'decidir', y los adjetivos
kritikós κριτικός 'que permite emitir un juicio' y krísimos
κρίσιμος 'decisivo'. Es necesario contextualizarse y recordar
la importancia que tenía para el médico de la época de Hipócrates
establecer el pronóstico de la enfermedad, incluso predecir el
número de días que iba a tardar el enfermo en curar o morir,
preocupación que tenía mucho que ver con la observación de las
fiebres recurrentes en las que, efectivamente, era posible hacer
previsiones de ese tipo. La crisis de la enfermedad era para
Hipócrates el momento en que los síntomas, signos y otras
manifestaciones permitían al médico emitir ese juicio y pronóstico
sobre la evolución del mal. Matizando lo que se suele afirmar, no
era tanto el momento en que la enfermedad se decidía en un sentido u
otro, sino aquel en que el médico, a partir de la evaluación de los
síntomas y signos, podía emitir su juicio, establecer el
pronóstico, que era una de sus tareas fundamentales.
Como vemos en el propio Hipócrates y en Galeno,
la palabra sin adjetivos tenía un carácter positivo y, por tanto,
krísis significaba 'resolución de la enfermedad'; cuando se
predecía una evolución negativa se adjetivaba para marcar ese
carácter. Por otra parte, pensamos que en los textos de Hipócrates
y Galeno existe en buena medida un cruce, fácil de entender en
términos que tienen el mismo origen etimológico, entre krísis y ékkrisis 'secreción'; en efecto una de las
manifestaciones decisivas o críticas de la enfermedad eran las
secreciones.
En su comentario a los aforismos de Hipócrates, In
Hippocratis aphorismos commentarii, K. 17b 470, da Galeno la
siguiente definición de crisis: «cambio rápido en la enfermedad
hacia la salud o hacia la muerte, se produce cuando la naturaleza
separa lo perjudicial de lo favorable por la secreción». Todos los
términos en cursiva son de la misma raíz que krísis. Hay un texto
(In Hippocratis prognosticum commentaria K. 18b 231) en que Galeno
afirma todo esto que estamos contando:
«La crisis aplicada a enfermedades es una metáfora
del lenguaje de los tribunales y significa el cambio repentino que se
produce en una enfermedad de cuatro formas: o el paciente se aleja de
la enfermedad repentinamente, o experimenta una gran mejoría, o se
muere repentinamente, o se pone mucho peor; los dos primeros tipos de
crisis mencionados, se llaman crisis sin más, mientras que los otros
dos tipos se adjetivan con crisis mala o crisis funesta [...] Habéis
aprendido que las crisis se producen con algún vaciamiento o
expulsión evidentes; sólo los niños rara vez experimentan cambios
agudos en la buena dirección gracias a sueños largos y profundos,
pero no existe acuerdo en designar estos cambios como crisis».
Siglos después el médico Estéfano de Alejandría
en el s. VII dijo prácticamente lo mismo en sus Scholia in
Hippocratis prognosticon 3.1. Como hemos señalado, la palabra tiene
dos adjetivos kritikós κριτικός y krísimos κρίσιμος;
el primero de ellos adjetiva en Hipócrates y Galeno mayoritariamente
a la sudoración, por ser el sudor la secreción típica que marcaba
la crisis de la enfermedad, mientras que el segundo suele construirse
con la palabra día o semana.
El término pasó a latín tardío y lo encontramos
desde Celio Aureliano en el s. V; en San isidoro, ss. VI-VII, aparece criticus referido a día. Frente a
lo que ocurría en griego, en latín son términos estrictamente de
ámbito médico referidos a la evolución de la enfermedad. Es fácil
documentarlo a lo largo de la Edad Media, tanto de la alta como de la
baja, como se puede comprobar en el diccionario de Lehmann-Stroux.
No nos resistimos a citar un curioso texto de
Judizios de las estrellas de un autor anónimo que se fecha entre
1254 y 1260, según datos del CORDE,
en que se enumeran los oficios del médico y que supone el primer
texto en lengua romance en que se documenta el uso de crisis (la
primera documentación en francés es de 1478, mientras que en inglés
es de 1543):
«Sepas que este catamiento se parte en 10 partes.
La primera es catar el logar de la significacion que significo la
enfermedat & catar en las melezinas & en el fisico. El
segundo catamiento es en catar la enfermedat si es en el espirito, o
en el cuerpo, o en amos. El tercero catamiento es saber en que logar
del cuerpo es la enfermedat. El quarto catamiento es si sanara este
enfermo desta enfermedat o si morra. El quinto catamiento es si sera
esta enfermedat breue o luenga. El sexto catamiento es en que tiempo
sanara desta enfermedat, o en que tiempo morra el enfermo. El 7º
catamiento es en saber las crisis buenas o malas, & en que tiempo
uernan. El 8º catamiento es en saber el puiamiento de la enfermedat
& su baxamiento. El noueno catamiento es en saber de que manna es
aquel enfermo en su enfermedat, si es medroso o si es sofrido. El 10º
catamiento es en saber la fin de la enfermedat & del enfermo.»
El uso del término es pues idéntico al que tenía
en médicos griegos o latinos. Tanto en español como en francés o
inglés el término era un término que se usaba exclusivamente para
hablar de enfermedades, sólo después pasó al ámbito de la
astrología (en inglés en 1603), después a un ámbito general para
hablar de la evolución de acontecimientos (en inglés en 1627, en
francés en 1690); sólo en el siglo XIX llegó al vocabulario
político y económico. Por cierto, que, a diferencia de lo que
ocurría en época de Hipócrates y Galeno, ahora, en el ámbito de
la economía, las crisis sin necesidad de adjetivos son funestas y
destructoras.
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