Proc. de: Eviemiht |
En
La
Voz de Galicia de ayer se publicaba la siguiente noticia:
Adquiere un alargador de pene por Internet y le envían una lupa
Inicialmente el pontevedrés estaba dispuesto a denunciar la supuesta estafa en Comisaría, pero finalmente desistió
Escrito por:
López Penide
La Voz de Galicia/PONTEVEDRA
Quien más y quien menos ha visto, en algún
momento de su vida, como sus expectativas hacia los Reyes Magos se
frustraban. Sin embargo, pocos habrán padecido la decepción que
sufrió hace unos días un pontevedrés al abrir un paquete que
anhelaba con ilusión.
Días antes, según trascendió ayer, había dado
los pasos precisos para adquirir un alargador de pene. La compra no
la realizó directamente en un establecimiento comercial, por así
decirlo, físico sino que confió en una página web de las muchas
que proliferan por la red de redes.
Un buen día, lo que creía que era el alargador
llegó a su poder. Sin embargo, sus ilusiones se cayeron por los
suelos nada más abrir el paquete y encontrarse con que el remitente
le había enviado una vulgar lupa.
(......................)
En el mismo ejemplar del citado Diario se recoge
este otro titular: La
reducción de la plantilla en Correos deja 1.000 cartas sin repartir
en Lugo.
Por lo visto, la crisis no
afecta por igual a todos y mientras unos se empeñan en reducir otros
anhelan incrementos a toda costa.
En efecto, los sucesivos
Gobiernos de España predican, anuncian y ejecutan sin descanso
ajustes, recortes, rebajas y reducciones en la vida económica y
social. Simultáneamente, políticos, científicos, expertos,
periodistas y el propio "vulgo", en los despachos, en las
salas de conferencias, en las aulas, en los estudios de radio y
televisión, en las redacciones de los periódicos, en la calle y en
las tabernas, aplican con frenesí la lupa que rechazó nuestra
singular "víctima" de Pontevedra. Y es que una de las causas más
importantes de que la crisis se prolongue y campe a sus anchas es el
victimismo fingido de muchos y la hipocondría social que está
generando. A estas alturas, está sobradamente demostrado que el que
se preocupa por una alopecia incipiente no hace más que precipitarla
y el que se empeña en tener cáncer acaba contrayendo la letal
enfermedad. Contrariamente, el que enfrenta los problemas con
serenidad, haciendo un planteamiento y un análisis racional de los
mismos, estudiando las posibles soluciones sin reparar en esfuerzos y
adoptando una actitud esperanzada y razonablemente optimista,
disfruta de la victoria final de haberlos superado, integrándolos
como una experiencia vital útil para el aprendizaje y la evolución
personal y social.
Parafraseando a Mouriño en
su célebre soliloquio, después de haber perdido -desde su punto
de vista, injustamente- contra el Barcelona, me pregunto:
¿POR QUÉ las personas
cuya situación económica no ha variado dejan repentinamente de
consumir o invertir?
¿POR QUÉ muchos de los
que están haciendo el agosto -porque también hay de éstos- ponen
su grito y sus quejas en el cielo augurando un futuro de llanto y
crujir de dientes?
¿POR QUÉ se congelan y
reducen los salarios a los que pueden consumir para deesviarlos a
sectores que están colapsados?
¿POR QUÉ no se incentivan
las iniciativas viables que se han quedado durmiendo en los laureles?
¿POR QUÉ todos esos
esplendorosos beneficios y ganancias de la época dorada de pronto
parecen haber desaparecido del mapa?
¿POR QUÉ, en lugar de
financiar los activos tóxicos nadie habla de aprovechar esta
oportunidad histórica para constituir un patrimonio público del
suelo, que la legalidad vigente ampara, y diseñar una política que
resuelva el problema de la vivienda?
¿POR QUÉ siguen campando
a sus anchas las grandes compañías suministradoras de servicios
financieros, eléctricos, comunicaciones, energía, etc., que siguen
imponiéndonos unilateralmente condiciones contractuales abusivas y
usurarias?
¿POR QUÉ nuestros
representates, los que ejercen en nuestro el poder del que somos
depositarios siempre hacen lo que les dictan los "lobbies"
y nunca lo que relalmente queremos casi todos los ciudadanos?
¿POR QUÉ no se dictan
normas, se articulan mecanismos y se implementan recursos que
permitan la eficaz prevención de la corrupción a todos los niveles?
¿POR QUÉ....?
En fin, se acerca el fin
de semana y no pretendo ser un aguafiestas, por lo que retomo la
noticia del frustrado usuario del alargador de su miembro viril.
Recuerdo en estos momentos una copla popular que recoge Camilo
José Cela en el segundo
tomo de su Diccionario Secreto, y
os emplazo a que tratéis de colocar en algún lado la dichosa lupa
con que fue engañada la indignada víctima a que se refiere La Voz
de Galicia. Ésta es la copla:
Porque una vez no
atiné
lo proclamas con
orgullo.
Otra vez me colgaré
un farol en el capullo
y en cada huevo un
quinqué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario